Usando el software VPN (Red Privada Virtual) podrás evitar que los sitios web o el software conozcan y obtengan información sobre tu ordenador, dándole al software la información de un ordenador diferente, por lo que no permite que nadie vea o capture tus datos.
Esto se hace instalando un software VPN, que intercepta la información que su ordenador envía a estos servicios basados en Internet.
El software se conecta entonces a una VPN y en su lugar envía al programa basado en Internet la información del servidor VPN, como la IP y la ubicación del servidor, y no la información real de su ordenador. El uso de un servicio VPN es la única forma definitiva de saber que su información está segura.
Un proxy, por otro lado, es un software que se ejecuta en un navegador web como Google Chrome o Firefox y no requiere descarga ni instalación, por lo que no es un programa local.
Esto significa que sólo intercepta la información que su ordenador está dando al navegador web, y hace que el navegador envíe información falsa a los sitios que usted visita.
Un proxy sólo puede cambiar la información enviada a los sitios web visitados a través de ese navegador web y no puede interceptar la información enviada desde su ordenador directamente a cualquier programa independiente basado en Internet, como un cliente de correo electrónico.
La principal diferencia entre una VPN y un proxy es la información que se puede interceptar y, por tanto, lo que pueden asegurar.
Al instalar un software VPN, puede estar seguro de que toda su información personal está protegida, ya que habrá sido interceptada y encriptada antes de ser enviada desde su ordenador a cualquier software basado en la web.
Mientras que un proxy sólo puede interceptar y asegurar la información enviada a un navegador web específico.
Esto significa que un proxy, aunque es menos difícil de usar (ya que no requiere instalación), deja su ordenador más vulnerable y abierto al robo de su información.