En pocas palabras, el uso de un gestor de contraseñas es una situación en la que todos ganamos. Estas herramientas son mucho más seguras que cualquier hoja de cálculo de Excel, que la gestión de contraseñas integrada en el navegador -que son la peor opción de todas debido a su vulnerabilidad general- o que las contraseñas débiles pero memorizables.
Además, son herramientas muy cómodas que agilizan aún más la experiencia de navegación.
¿Qué se consigue con un gestor de contraseñas?
El gestor de contraseñas no es una simple herramienta diseñada para sustituir a las notas adhesivas que contienen todas tus contraseñas, sino que es una central que protege tu identidad en línea al tiempo que te hace la vida más fácil que nunca.
Aparte de que el gestor de contraseñas reduce el número de contraseñas que tendrás que memorizar a una sola -la contraseña maestra, básicamente la llave virtual de la cámara acorazada que contiene todas las contraseñas almacenadas-, también tiene las funciones de almacenar otro tipo de datos, como tarjetas de crédito, documentos de identidad, licencias de software, etc.
Una vez que toda la información ha sido importada desde tus navegadores a través del complemento gratuito del gestor de contraseñas -que también autocompleta los datos necesarios y guarda los nuevos inicios de sesión en la bóveda-, serás la única persona con acceso a las credenciales almacenadas en el gestor de contraseñas.
Máxima seguridad de las contraseñas
Tampoco hay que preocuparse por la seguridad, ya que el almacén puede protegerse aún más combinando el software con la autenticación de dos factores.
Las contraseñas también son evaluadas por el programa, y las más débiles son sustituidas por otras prácticamente irrompibles creadas por el generador de contraseñas incorporado.
Por si fuera poco, los gestores de contraseñas son soluciones multiplataforma que se adaptan a prácticamente todos los sistemas operativos conocidos.
Esto significa que el mismo programa puede utilizarse en múltiples dispositivos y, si lo deseas, todas estas aplicaciones podrían compartir las mismas credenciales gracias a la opción de sincronizar el contenido de tu bóveda a través de la sincronización en la nube, que utiliza el mismo cifrado de grado militar para ocultar las contraseñas de las miradas indiscretas.
Gratis o de pago
La buena noticia es que la mayoría de los gestores de contraseñas están disponibles de forma gratuita por tiempo ilimitado, y a menudo no tienen ninguna de las características más importantes bloqueadas.
La mala noticia es que otras funciones útiles -como la autenticación de dos factores, la sincronización de bóvedas o el intercambio ilimitado de contraseñas con otros usuarios- suelen formar parte de una suscripción premium.
Sin embargo, cabe destacar que incluso el más básico de los gestores de contraseñas garantiza la presencia de las funciones necesarias para mantener las credenciales a salvo.
No obstante, para disfrutar de una experiencia completa se recomienda optar por una versión de pago, que no suele costar más de 3 dólares al mes, un precio que puede reducirse aún más si se opta por suscripciones más largas y se hace uso de cualquier cupón u oferta de descuento.
Prueba y error
La elección de un gestor de contraseñas puede ir en dos direcciones. Puede resultar ser el software exacto que estabas buscando, o algo que no vale la pena mantener.
Por eso hay que considerar la posibilidad de optar por las pruebas gratuitas y las garantías de devolución de dinero: de este modo, los usuarios pueden probar la versión ilimitada de la solución elegida y pueden decidir quedarse con el servicio o buscar uno completamente nuevo.
Si esto último ocurre, cambiar de gestor de contraseñas es fácil. Para empezar, los datos se pueden guardar como un archivo .CSV, que luego se puede transferir fácilmente al nuevo programa.
Además, si se desinstala el programa, todas las credenciales que queden en el almacén se irán con él, y ni siquiera el servicio de gestión de contraseñas podrá recuperarlas.