La respuesta a esta pregunta depende de muchos factores diferentes, como la razón por la que compraste una VPN en primer lugar, la cantidad de datos que puedes utilizar, el país en el que vives y mucho más.
Hoy en día, las VPN ya son compatibles con ordenadores, dispositivos móviles e incluso routers para ampliar aún más la cobertura. Sin embargo, aunque la protección que proporcionan es más necesaria que nunca, ¿es también el caso cuando se trata de conexiones domésticas?
Uso de una VPN para el streaming de contenidos
La razón más común para utilizar una VPN es desbloquear sitios web, en particular servicios de streaming para disfrutar de tus programas y películas favoritas sin restricciones.
Sin embargo, si vives en un país en el que estos bloqueos no son un problema -como en Estados Unidos- y puedes ver lo que quieras libremente, entonces una VPN no será realmente una necesidad en este caso.
Desactivarla te ayudará a ahorrar algunos datos y a disfrutar de velocidades de conexión más rápidas, por lo que es una decisión lógica, ¿verdad? Sin embargo, muchos proveedores de servicios de Internet se empeñan en estrangular tu conexión cuando alcanzas un gran consumo de ancho de banda o los límites de tu paquete, lo que puede ocurrir en un par de minutos de streaming.
Las VPN ocultan tu tráfico a los ISP, por lo que si no pueden ver lo que estás haciendo, tampoco verán una razón para limitar tu velocidad. En este caso, es aconsejable optar por una VPN con ancho de banda ilimitado y conmutación de servidores.
Torrenting y VPNs
Lo mismo ocurre cuando se visitan sitios web o se utilizan servicios que, aunque se tenga acceso a ellos, pueden no estar bien vistos. El torrente es el principal ejemplo aquí, ya que en la mayoría de los países se considera ilegal, y como tal una VPN es crucial para protegerte de tu ISP y evitar cualquier implicación legal grave.
Muchos proveedores de VPN apoyan -y mencionan explícitamente- el intercambio de archivos P2P, ya sea proporcionando servidores particulares en partes clave del mundo que están reservados únicamente para este propósito o permitiéndolo en toda su red de VPN.
Si la VPN que eliges utiliza esta última opción, asegúrate de que la empresa aplique una política fiable de no registro o, mejor aún, que su sede esté situada en un país que no tenga problemas con el torrente o que tenga leyes estrictas sobre la protección de la privacidad del uso en línea.
Combinar las VPN con el uso cotidiano de Internet
Hay otras situaciones en las que no es realmente necesario tener una VPN activada. Suponiendo que los servicios de las redes sociales no estén bloqueados en tu región y que sólo quieras matar el tiempo consultando Facebook o cualquier otra red social, poner tu conexión a través de una VPN sólo la hará más lenta, especialmente si utilizas una conexión inalámbrica.
Del mismo modo, asumiendo que tu red doméstica es segura, no necesitas necesariamente gestionar tu cuenta bancaria a través de una VPN. De hecho, aunque es cierto que el banco puede rastrear tu dirección IP hasta la puerta de tu casa, ya tienen tus registros personales de todos modos.
Sin embargo, es importante recordar casos como el de las redes sociales, ya que Facebook sigue siendo -junto con Google- el mayor recolector de datos de usuarios del mundo, normalmente para utilizarlos en forma de publicidad dirigida.
Las VPN te permiten permanecer oculto de esto también, sin mencionar que muchas de ellas también incluyen bloqueadores de anuncios – aunque en algunos casos estos funcionan incluso si la VPN está desactivada.
Una configuración de encriptación más ligera con un protocolo más rápido es más que suficiente para evitar esto, asegurando velocidades con las que estás contento mientras mantienes una conexión segura.
Así que, para concluir, realmente depende de ti si utilizas una VPN en casa. Dado que la conexión de tu casa es de confianza, no se aplican las normas sobre los peligros de las conexiones públicas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que las VPN no se limitan a desbloquear sitios, sino que también proporcionan un alto nivel de anonimato y las mejores características de seguridad que son cruciales para la navegación segura en línea.
