No hay una respuesta fácil para esta pregunta. La versión corta es que técnicamente pueden denunciarle por hacer torrents, pero hay mucho más que eso y cada caso es diferente. Cuando se trata de Internet, el torrenting es siempre el tema que más dudas suscita entre sus usuarios.
¿Es ilegal? ¿Cuáles son las consecuencias? ¿Cómo puede alguien mantenerse alejado de los problemas si ha hecho torrenting en el pasado? Todas estas preguntas son comunes, válidas y comprensibles dado que el torrenting se encuentra en una zona gris muy confusa.
El acto de hacer torrents es claramente legal en casi todo el mundo, pero los programas diseñados para este método de intercambio de archivos también permiten que otros usuarios accedan a contenidos protegidos por derechos de autor y los compartan en esas plataformas. Y la descarga de cualquiera de esos contenidos es obviamente ilegal.
Por ejemplo, los sistemas operativos de distribución de Linux pueden descargarse gratuitamente de muy diversas maneras -incluso a través de BitTorrent- y, como el software es libre y de código abierto, puedes estar seguro de que no estás infringiendo la ley al descargarlo a través de torrent.
Sin embargo, si utiliza el mismo software para descargar una canción, una película, un juego o cualquier otro producto multimedia, entonces se cruza la línea de la legalidad, ya que ese contenido está protegido por derechos de autor.
La idea principal aquí es que el torrente no equivale necesariamente a la piratería, pero sí proporciona una vía directa para ello, lo que explica toda la confusión en torno al tema.
Las leyes de derechos de autor cambian en los diferentes países, pero la mayoría de ellos convergen en criminalizar a quienes se benefician de hacer copias no autorizadas, independientemente de si son físicas o digitales.
Grabar un DVD y hacer 20 copias de él es ilegal, al igual que subirlo una vez a Internet para hacer un torrent. En el caso de esto último, el siguiente paso que den los ISP depende de la legislación vigente.
En Estados Unidos, el estrangulamiento de las conexiones es una técnica silenciosa muy utilizada por los ISP para hacer que la gente renuncie indirectamente a las descargas o al streaming.
A menudo se envían avisos de huelga para impedir que se haga torrent en el futuro, aunque es probable que esto sólo ocurra después de un uso repetido del torrent.
Los proveedores de servicios de Internet controlan las redes de torrents -BitTorrent y otras- y saben qué sitios visitas, por lo que si tu dirección IP está asociada repetidamente a una de estas redes, es mucho más probable que te avisen que si has estado allí una o dos veces en el espacio de un año.
Sin embargo, técnicamente es posible que los ISP tomen medidas legales contra los torrentistas excesivos.
Afortunadamente, esto es poco frecuente y, a menos que descargue terabytes de datos con derechos de autor con frecuencia, es muy poco probable que se presente una demanda contra usted.
Aun así, en caso de que se produzca un gran número de casos en un corto espacio de tiempo, puede actuar como una válvula de escape para que el ISP tome este tipo de medidas, como ocurrió en el Reino Unido a principios de 2018. Para evitar que te pillen descargando cualquier tipo de contenido, una VPN es más que suficiente.
Estas herramientas disfrazan tu dirección IP y evitan que los ISP vigilen tus actividades en línea. Sin embargo, asegúrate de elegir una VPN que no solo admita torrents y ofrezca servidores P2P, sino que también cuente con un DNS fiable y protección contra fugas de IPv6.
Además, un interruptor de apagado es una característica obligatoria para todos los usuarios de torrents, ya que garantiza que todas las conexiones a Internet se deshabilitan si la conexión VPN deja de funcionar abruptamente, asegurando que su ISP no podrá ver abiertamente su tráfico ni siquiera durante un par de segundos. Siempre es mejor ir a lo seguro, incluso si eso significa pagar por una VPN premium.
