La respuesta sería «sí» por varias razones, pero entendemos que no todos los usuarios pueden considerar esta opción debido a los planes de datos limitados, la necesidad de una mejor velocidad de Internet o simplemente las limitaciones del dispositivo.
La mayoría de las VPN tienen una función que garantiza que el software se inicie junto con el ordenador o el dispositivo móvil en el que están instaladas.
Para una mayor seguridad y para evitar situaciones en las que pueda olvidarse de encender la aplicación en los momentos más críticos, se recomienda mantener la VPN activa.
Esto es especialmente importante cuando salgas con un smartphone o incluso con un portátil y te conectes a un punto de acceso Wi-Fi público: no sólo el propietario de la fuente de Internet podrá ver lo que estás haciendo en línea, sino también cualquier otro usuario con los conocimientos adecuados.
Esto conlleva todo tipo de peligros, ya que ni siquiera es necesario que tus contraseñas estén comprometidas para que conozcan los datos de tu perfil en las redes sociales, tu dirección de correo electrónico también quedará al descubierto y, lo que es más preocupante, se puede revelar información bancaria sensible.
Pero incluso si eres más bien una persona que se queda en casa, las VPN siguen siendo importantes, incluso cuando realizas alguna actividad trivial como buscar información o simplemente pasar un rato viendo un vídeo o dos.
Es cierto que tener una VPN activada puede suponer cierta pérdida de velocidad, pero la mayoría de las veces es un precio que merece la pena pagar para permanecer en el anonimato ante tu ISP.
Esto puede no parecer tan importante, pero los ISP tienen acceso constante a tus acciones en línea, por no mencionar que el uso regular de un servicio de streaming podría acabar con ellos estrangulando tu conexión para limitar tu uso de ancho de banda.
La activación de una VPN les impide fisgonear, y la elección del servidor más cercano a tu ubicación física te ayudará a reducir la pérdida de velocidad.
Algo que también es importante recordar es que los proveedores de servicios de Internet probablemente entregarán a sus clientes a las autoridades por el uso de torrents, normalmente después de una o dos cartas de advertencia con fuertes multas.
Aquí es donde una VPN que se encienda automáticamente es lo más crucial, y tenerla siempre funcionando en segundo plano significará que no te olvidarás de conectarla antes de empezar una descarga de torrents.
No olvides que eliminar por completo los bloqueos geográficos significa que los servicios de streaming ya no estarán limitados, y como las VPN no suelen imponer límites al ancho de banda, no debería haber problemas con un ISP que bloquee tus conexiones.